Es ilegal para las empresas hacerte preguntas sobre salud, edad, sexo, vida familiar, religión, preferencias políticas o creencias religiosas en una entrevista de trabajo.
En caso de que te hagan alguna, no se deben responder.
Preguntas como ¿Qué edad tiene? ¿Está casado? ¿Piensa quedarse embarazada o le gustaría tener hijos? ¿Su salud es buena? pertenecen a la vida privada y no son importantes para evaluar su capacidad para realizar el trabajo al que aspira. Por ello, no se deberían preguntar en una entrevista laboral, ya que vulneran el principio de igualdad ante la ley.
Sin embargo, son preguntas habituales en los procesos de selección, por lo que es posible que te encuentres con alguna de ellas.
Cómo responder y salir airoso de estas preguntas inapropiadas en una entrevista de trabajo
1. ¿Qué edad tiene?
Si el puesto requiere una edad determinada, hay que indicarlo previamente, si no, no es relevante para realizar un trabajo.
Cómo responder: “la edad es relativa” o ir por el camino de “ser muy joven puede hacernos ser impulsivos en exceso y la madurez da un poso y un equilibrio que pueden ser más adecuados para el puesto”, etc.
2. ¿Cuál es su situación civil o familiar?
Esto es muy habitual y puede ser muy molesto si no deseas responder. Si es así, puedes decir que “no estimas oportuna la pregunta y que es algo privado”.
3. ¿Está embarazada, tiene o quiere tener hijos?
Esta pregunta nada tiene que ver con la relación laboral e implica una discriminación hacia las mujeres, pues parece suponer que si se decide tener un niño, la situación en la empresa será difícil. Es una cuestión ilegal y denunciable, a la que es posible negarse a responder, indicando estas dos características.
Cómo responder: “podemos dar la vuelta y explicar todas las ventajas para una compañía de tener contratada a una persona capaz de conciliar vida laboral y personal; especialmente si ya tenemos hijos y demostramos haber rendido como cualquier otro en nuestra empresa”.
4. ¿Estaría cómoda trabajando solo con hombres?
Esta pregunta discrimina por sexo. Responder algo como “¿cuál es la pregunta exactamente?” o “¿qué quiere decir exactamente?” da a entender al entrevistador que la pregunta es inconveniente. Si insisten “habrá que explicarles que se trata de una pregunta discriminatoria y que, por supuesto, tomará medidas”.
5. ¿Cuál es su nacionalidad?
O preguntas que buscan conocer este dato, como “¿cuál es su lengua materna?”. Para poner la pregunta a tu favor responde algo como “Gracias a mi condición de extranjero conozco varios idiomas, sé lo que es tener que adaptarse a cambios, etc., cuestiones que serán de provecho para cualquier empresa”.
6. ¿Es creyente? ¿Cuál es su religión?
Las creencias religiosas pertenecen al ámbito de la intimidad de la persona, por lo que no se tiene por qué responder a estas preguntas si no se desea.
7. ¿A quién votas?
No se debe responder si no se desea, añadiendo “que la simpatía política no es significativa para un trabajo, no estamos cómodos respondiendo y, además, puede nos ser legal plantear la cuestión”
8. ¿Le han multado o arrestado alguna vez?
Nadie tiene derecho a conocer los antecedentes penales ni discriminar a alguien por ello, y menos aún en un proceso de selección. Puedes responder que “no crees necesario abordar el tema”.
9. ¿Tiene buena salud? ¿Fuma o ha tenido problemas con el alcohol?
Los hábitos de la persona no tienen relación directa con el trabajo, aunque pueda descartar de manera objetiva a quien crea que no puede realizar el trabajo correctamente.
Responde “aclarando, de buenas maneras, que no encontramos relación entre tener diabetes, por ejemplo, y el puesto de trabajo al que optamos”
10. ¿Cuál es su altura o peso?
Discriminar por el físico es ilegal. Si el puesto no requiere unas condiciones físicas determinadas, no se debe preguntar esto. Si aún así lo hacen, declina dar una respuesta.
Vía Consumer.