Las pelotas de golf están construidas para que resistan golpes que las hagan volar a más de 200 km/h, por lo que no extraña que sean extremadamente elásticas y resistentes, a pesar de su aspecto duro.
Si te has preguntado alguna vez qué le pasa a una bola de golf cuando se pone debajo de una apisonadora, en el vídeo tienes la respuesta:
Y aquí un vídeo de una bola de golf dándose contra una pared de acero a 250 km/h:
Pero poco tiene que hacer ante una prensa hidráulica: