Todos hacemos cosas que no nos convienen. Cosas que son estúpidas, que sabemos que nos van a perjudicar. Pueden ser pequeñas cosas como comer caramelos a escondidas cuando estamos a dieta, o más grandes como enviar un email que sabemos que nos va traer cola, dormir con nuestra ex pareja, o hacernos un tatuaje de una marca comercial.
Los psicólogos nos cuentan tres razones por las que, a pesar de que nuestra conciencia y sentido común nos dicen que es un error, acabamos haciendo cosas de las que sabemos que nos vamos a arrepentir:
1-. Nos da placer de dos formas
Parece que hay dos tipos de placer: “gustar”, que es el que nos proporciona un estado de satisfacción feliz, como el comer o el sexo, y “querer” que es el que nos da el perseguir algo, la excitación, la anticipación, la seducción o el sentirse poderoso.
Y es, precisamente, este segundo placer el que nos hace hacer cosas estúpidas: la emoción de perseguir algo aunque sepamos que no nos va a dar placer del primer tipo. Un ejemplo de esto son las drogas.
2-. Deprivación, supresión y obsesión
Todos sabemos que cuando estamos a dieta y nos deprivamos de comer acabamos por obsesionarnos con la comida. Esta auto deprivación nos hace ver lo no podemos tener como la fruta prohibida, por lo que acabamos deseándolo más y acabamos sucumbiendo.
Pero además, cuando acabamos sucumbiendo a este deseo, surge con un sentimiento de venganza que nos hace caer aún más fuerte, solo para desquitarnos.
3-. El efecto “y por qué no”
También conocido como el efecto de la bola de nieve. Cuando, por ejemplo, damos una calada a un cigarro solo porque nos lo han ofrecido, nos decimos que por qué no vamos a funmar un cigarro entero ya que acabamos de fumar. Y al final nos fumamos un paquete entero y nos sentimos enfermos y sin poder respirar. O ya que he robado este paquete de chicles, pues ya robo este teléfono móvil.
Se empieza por algo pequeño e insignificante y acabamos con lo más grande y complicado.