Según los científicos, el café en una taza es más propenso a derramarse que, por ejemplo, una copa de vino. Esto puede deberse a que la cafeína que nos pide el cuerpo nos hace actuar de forma más torpe, o quizá tenga que ver con la viscosidad del líquido.
De hecho, derramar café es muy habitual, y quizá por eso han realizado un estudio para saber cuál es la mejor forma de evitar que se nos caiga el café encima,y evitar así esas feas manchas en la ropa o incluso alguna que otra quemadura.
Las olas en la taza del café causan al final que el café salte por encima del borde de la taza y se derrame.
Por eso, la mejor forma de agarrar una taza de café para que no se nos derrame es usar los dedos como garras sujetando el borde desde arriba, dejando que la muñeca actúe como un péndulo natural amortiguando los movimientos bruscos, tal como indica la imagen.