Quizá en uno de los estudios más redundantes que se hayan hecho jamás – que no innecesario – científicos de la Universidad de Rochester han concluido que perder en un video juego enfada a la gente y provoca actitudes agresivas.
La parte interesante viene cuando añaden que no es el tipo de juego el que vuelve agresivos a los jugadores, sino perder o no superar un nivel. El nivel de violencia del propio juego es irrelevante.
El estudio se ha realizado creando un juego en el que los científicos pueden variar el nivel de dificultad, observando que los jugadores, a niveles de mayor dificultad, se frustraban más y tenían más posibilidades de volverse agresivos.
Los investigadores hicieron a los participantes meter la mano en agua helada durante 25 segundos diciéndoles falsamente que el tiempo habías sido decidido por otro participante. Después les hicieron jugar a todos al Tetris.
Luego se les pidió que decidieran el tiempo que debía meter la mano otro participante.
Los participantes que jugaron a niveles más difíciles escogieron un tiempo 10 segundos mayor que los que jugaron a niveles sencillos.
Además, los investigadores añadieron que “si te metes o dificultas la vida a alguien, se volverá más agresivo, independientemente del nivel de violencia del juego”.