Actualización después de ver el final – No se cómo poner esto, pero lo haré así: La serie más aclamada de la TV acaba con el protagonista matando nazis con un arma robotizada.
No digo que el final sea malo, pero la serie en general, con sus altibajos, es mejor que su final. Gilligan ha optado por satisfacer – y no putear más aún – a los fans de la serie, en detrimento, en mi opinión, de la calidad narrativa de la serie.
Él mismo dijo que a veces, la mejor sorpresa es que no haya sorpresas, y que el mejor final es aquel que parece inevitable. Ha cumplido ambos puntos. Internet había pronosticado todo lo que pasa en la serie como primera teoría. Grey Matter industries para dar el dinero a su hijo, los cuerpos de Hank y demás para evitar problemas a Skyper, volver a ser Heisenberg para eliminar a los enemigos, salvar a Jessi y después morir. Jessi, of course, vive y además feliz. (Por no hablar de que el capítulo en sí es fantasioso y que se desarrolla sin ningún imprevisto ni dificultad para Walt cuando lo que pasa es todo poco acabado. No podía Lydia haberse cambiado de mesa? ¿Estában todos los nazis de pié menos Todd y el jefe justo para que los protagonistas acaben el trabajo? etc…)
Según escribí en el texto de abajo, creía que Walt perdería algo. Pero estaba equivocado. En el finale absolutamente todo sale bien para todos. Incluso Walt muere en sus propios términos con una sonrisa en la cara.
No me entendáis mal: esto es lo que los seguidores de la serie querían, y para ellos, en general, es un final de lo más satisfactorio, y por eso quizá, hay que agradecer a Gilligan.
Pero yo creo que es un final malo para la serie, y malo para Walt. Es un final made in Hollywood bastante inadecuado para esta serie y este personaje. Lo mejor del capítulo es verle reconocer a Walt delante de su mujer que todo lo ha hecho por él mismo, porque le gustaba, porque era bueno haciéndolo y porque… se sentía vivo. ¿Pero no estaba claro eso desde el piloto, tanto para Walt como para el espectador? Es precisamente por esto por lo que odiábamos a Walt cuando le veíamos mentir con bajeza a los demás diciéndoles que lo hacía por ellos.
Es decir, es un final corto, sin demasiada sustancia, cuando todo estaba preparado para algo más. ¿Se reduce todo a matar a los nazis y Lidia cuando son simplemente un obstáculo más? ¿Y qué hay de la voluntad de Walt? Viéndole a lo largo de todo el capítulo hacer cosas buenas como sacadas de una lista de la compra para morir tranquilo es asumir que ha perdido. Todo lo que ha hecho, todo lo que le hemos visto pasar en aras de recuperar su dignidad y ocuparse de su familia – y que al principio de la serie el espectador estaba con él, aunque luego empezara a pasarse de vueltas – todo eso lo da por malo. Nada se eso era lo correcto. Por lo tanto, Walt ha perdido. Gilligan nos ha vendido que el crimen no es rentable, cosa que pensaba que sería capaz de evitar a estas alturas. La dualidad del personaje – es una buena persona pero que a veces hace cosas malas – desaparece y de repente solo es bueno, Aaahh!.
¿Y qué pasa con Jesse? Simplemente deja morir a Walt. Ya está, no le pasa nada más. De repente ya es feliz, por primera vez en la serie. Pero quizá esto tanga más sentido si lo miramos como que por fin puede dejar todo atrás: tanto Walt como sus enemigos han desaparecido y por fin puede perderse y olvidarse de todo.
Si bien estoy bastante de acuerdo con la idea de que el ante último capítulo fue el final de la serie y el último el final de Walt, creo que si Vince Gilligan hubiera arriesgado algo, la historia global hubiera acabado como se merece. Por un lado, bien por él por contentar a los seguidores de la serie, pero, como le pasa a muchos creadores, pasados unos años, cuando mire atrás al desenlace de su serie, ¿estará satisfecho o pensará que tendría que haber hecho alguna otra cosa?
En general, la elección para el final de la serie no es que sea mala, pero se hace un poco “standard” de la TV americana para una serie que no es standard, o eso creo. Quizá es que esperaba algo más, algo que llevarme a la boca, porque tal como acaba es un tanto, no se cómo decirlo, carente de profundidad. Está repleto de sentimentalismo barato y de narrativa fácil y vendida. Seis años viendo cómo una persona buena y normal se va transformando en un monstruo sin escrúpulos es lo que llamó la atención a la mayoría, por su originalidad y por ser una historia bien escrita, y el final es como verla echarse atrás en el último minuto y traicionar su premisa original.
Como apunte, en la primera escena del capítulo vemos a Walt ¿hacer un pacto con el diablo, con diós? cuando dice “déjame llegar a casa y haré el resto”. ¿Es una referencia a la religión? ¿Se ha Lost-etizado Vince? ¿era necesario?
De cualquier forma, una serie excepcional, irrepetible, con momentos de auténtica genialidad y que quedará ahí como una referencia para el futuro, sin ninguna duda.
Actualización 2 – Ha sido difícil encontrar alguna crítica objetiva, es decir, negativa, pero hay unas cuantas, menos mal. Una que me gusta y que resume lo que pienso es la de Emily Nussbaum para el New Yorker. Comenta que hubiese sido genial que Walter White hubiera muerto congelado en el coche y que el resto del capítulo hubiese sido una fantasía del propio Walt, y que desvelaría gran parte de su psique. Y el capítulo tiene un tono fantasioso desde que la caen las llaves encima. Pero esta idea es demasiado para los escritores de BB.
Otra cosa que me ha llamado la atención es la cantidad de seguidores (probablemente adolescentes) que van negando, despreciando e insultando en todos los foros y webs a cualquiera que diga algo negativo sobre el final. Me recuerda a los que hicieron lo mismo con Lost y los de Apple (sí). Quizá esto pueda ser un indicativo del tipo de final que es.
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Algo más de 5 años después, ya estamos a la espera (desde hace días) de la emisión del último capítulo de la serie Breaking Bad. Es una espera que se da, si hay suerte, cada 5 años.
Por aquel entonces, solo teníamos un piloto que prometía, y tres años después lo confirmábamos.
Pero seré sincero. Antes de todo el boom, antes de ser la mejor serie en activo oficial de todo el mundo, la serie ha pasado por momentos duros. No siempre ha sido esta serie imperdible que es ahora. Ha habido momentos de auténtico aburrimiento.
Breaking Bad es algo especial e irrepetible, no cabe duda. Mucha gente cree que es la mejor serie de la historia, por encima de The Sopranos. Bien, ni lo es ni compite en la misma categoría.
Pero eso, en estos momentos, me parece irrelevante cuando estoy contando minuto a minuto el tiempo que falta para la emisión del último capítulo. De hecho, voy a estar todo el fin de semana con el GTA V para hacer tiempo. Tomemos como ejemplo esta última temporada.
El antihéroe, esa figura tan de moda últimamente, es lo que nos llama la atención. Cómo no, el ejemplo es Tony Soprano. Un ser humano despreciable pero tierno que nos hace querer que le salgan las cosas bien.
Walter White encaja en esta descripción, pero con reservas. Walter White no solo es un ser despreciable, sino que en su desapego con la realidad, su egoísmo, y su motivación narcisista no deja espacio para que deseemos otra cosa que no sea su caída.
Capítulo tras capítulo, las cosas han ido cada vez a peor. En estos últimos hemos estado viendo la descomposición del mundo de Walt, su propia descomposición moral, esperando a que Gilligan acabe con el.
Y aquí viene la magia, la genialidad: después de ver cómo su hijo le desea la muerte y dejar al espectador con la sensación de que todo está acabado, y mejor así, se produce esta escena en la que recordamos la verdadera motivación de Walter White. Con una simple escena, recordamos el dolor de Walt, su traición, su impotencia e inseguridad y todo lo que nos hizo preocuparnos por el desde el primer momento.
De repente, con todo perdido, recuperamos la esperanza, volvemos a apoyarle y a animarle. Este problema con las series americanas, que les cuesta enviar el mensaje de que el crimen es rentable, parece superado ya por lo que no será problema una resolución favorable a Walt.
Después de lo que acabo de contar, que no es más que la preparación del escenario para el último capítulo y el desenlace de la historia, no cabe duda de que la resolución de la serie será favorable a Walt. Es posible que todos mueran, quizá a excepción de Jesse al modo de Paulie en Los Soprano, pero aún así será satisfaciendo los deseos reales de White, que no son más que respeto y reconocimiento de su capacidad.
Para dejar una impresión determinada en el espectador los escritores usan el contraste. Si queremos provocar una respuesta emocional alta, como en este caso la recuperación de la esperanza para Walt, destruimos el mundo del personaje, su moralidad – su aspecto físico, su salud mental y sus rasgos buenos para después recuperar su humanidad.
Es esta última escena del ante último capítulo (que es donde estamos ahora) Walt recupera su alma, junto con el espectador. Recordamos, después de tenerle desahuciado, por qué ha hecho todo lo que ha hecho, y por qué debe seguir luchando.
Y luego vemos el vídeo promo del finale (titulado “Felina”, anagrama de finale), y se nos ponen los pelos de punta.
La Química es el estudio de la… transformación. Primero el crecimiento, después la descomposición, luego la transformación.
Walter creció para convertirse en Heisenberg, después se descompuso hasta el punto de estar esperando la muerte, solo, en una cabaña en medio de ninguna parte. Ahora solo le queda la transformación.
Y si hacemos caso de la letra de la cación:
“Qué harías si todo volviese a tí
[…]
si tuvieses que irte hoy
dejar todo atrás
incluso si por una vez estás brillando”
“retirarte de la línea de fuego….”
parece que Walter white ganará algo y perderá algo. Walter ganará su faceta profesional (drogas y exsocio) pero perderá a su familia. Y en el proceso, en lugar de llegar hasta las últimas consecuencias, cosa que podría hacer, se retira, por primera vez, haciendo más caso al punto de vista de otros.
Pero pase lo que pase, el hecho de haber recuperado a la audiencia para el capítulo final, como estoy intentando describir, es ya un auténtico éxito. Y viendo el vídeo, no solo nos damos cuenta de que queremos lo mejor para Walt, sino que estamos ante algo excepcional y que se acaba.