Si crees que tus opiniones personales se basan en buscar la verdad y la objetividad, los siguientes puntos pueden indicar que más que esta objetividad estás apoyando la lealtad y la habilidad:
- Te resulta difícil entusiasmarte por algo hasta que ves que otros se oponen a ello.
- Tienes poco interés en saber en qué se basa exactamente la posición que se discute.
- Darte cuenta de que un tema es importante y descuidado no te hace estar muy interesado.
- Tienes poco interés en indagar temas más profundos detrás de temas comunes.
- Estás menos interesado en un tema cuando no se preve la posibilidad de que se hable de ello.
- No te sientes cómodo tomando una posición cercana a la opinión media.
- No te sientes cómodo tomando una posición de duda acerca de quién tiene razón.
- Te resulta fácil concluir que aquellos que no están de acuerdo contigo no son sinceros o son estúpido.
- Te resistes a cambiar tus opiniones públicamente en respuesta a nueva información.
- Te resistes a aceptar lo que dice un rival, aunque no tengas una opinión previa sobre el tema.
- Te resistes a tomar una posición que beneficie la situación de los rivales.
- Te preocupas más por la coherencia entre tus creencias que sobre la exactitud de esas creencia.
- Aceptas rápidamente los malos argumentos que hace la gente que está de “tu lado”.
- Tienes poco interés en las implicaciones práctica concretas de los temas que se discuten habitualmente.
- Tu opinión no cambia mucho después de hablar con gente inteligente que sabe más.
- Estás especialmente ansioso por citar nombres a la hora de explicar posiciones y argumentos.
- Te resulta difícil escuchar puntos débiles y argumentos en contra de tus posiciones.
- Tienes pasión por un tema, pero no has buscado demasiada información.
- Te resistes a no tener una opinión sobre temas comúnmente discutidos.
Visto en OB.