Prestar dinero a amigos y familiares es un acto de generosidad – que fácilmente podría ser contraproducente e incluso arruinar una relación. La mayoría de las veces cuando alguien está considerando un préstamo a un miembro de la familia, el mejor consejo seguramente sería “no lo hagas.” Tiene que haber otras maneras de ayudar. Pero cuando es alguien que te importa, la lógica sólo desempeña un papel en la toma de decisiones.
Cuando alguien cercano te pide un préstamo, es mejor plantearse si no hay otras maneras mejores de ayudar. Si tu hermano te debe $ 1,000, y se compra una motocicleta Harley, no puedes dejar de preguntarte de dónde ha sacado el dinero cuando ni siquiera te ha pagado a ti. Entonces las cosas se ponen feas.
La forma correcta de prestar dinero a los amigos
Cuando no hay otra solución más que ayudar a amigos con un préstamo de dinero, lo mejor es pensar en que no vas a recuperar ese dinero, por lo que presta solo la cantidad que puedes permitirte no recuperar.
En muchas ocasiones, cuando has prestado dinero a algún amigo en apuros, éste se ha recuperado y te ha devuelto el préstamo. Y si algún día tú estás en una situación difícil, es probable que te ayude él a ti.
En otras ocasiones, las cosas no salen bien para tu amigo y no te devolverá el dinero.
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