Imaginemos que queremos comprar un castillo o una mansión y nos dicen que permanece exactamente igual que hace 100 años.
Este es el caso de una mansión en Francia del siglo XIX que lleva 100 años sin que nadie haya hecho ningún cambio. La mansión en cuestión ha permanecido sellada a cal y canto durante 100 años, y ahora se ha abierto al público por expreso deseo de su propietario que dejó escrito en su testamento.
Luis Mantin heredó una fortuna y se convirtió en un mecenas de las artes y de la gran vida. Construyó una mansión en su casa de Moulins, Francia y la llenó con muebles a medida, reliquias de la antigüedad, y arte. Mantin murió en 1905, y había estipulado en su testamento que su casa se convierta en un museo pasados 100 años.
Cuando a Mantin solo le quedaban un par de años para disfrutar de sus fantasías estéticas, hizo un testamento en el que se aseguró de su casa se salvaría.
“En su testamento puso que quería que la gente de Moulins pudiera ver lo que era la vida de un caballero culto de su tiempo en en 100 años”.
“El soltero sin hijos, estaba obsesionado con la muerte y el paso del tiempo. Era su manera de convertirse en eterno. “
