La generación iPod se caracteriza porque utilizan un reproductor de mp3 para su música, por lo que solo descargan y suben sus canciones desde el ordenador al mp3 y para de contar.
Por esta parte tienen suerte, un acceso mucho más amplio y rápido a toda la música que quieren sin restricciones. Por otra, se pierden todo lo que hemos tenido que hacer solo hace 10 años:
- Pasar periodos de tiempo desorbitados insertando CDs y etiquetándolos con notas
- Dejar un album a un amigo y desear y esperar que te lo devuelva.
- Romperte los dientes intentando quitar el plástico de los CDs.
- Apilar montañas de CDs y llenar cajones (cuando la música costaba espacio)
- Hacer CDs de mezclas con esfuerzo (pensar bien el orden antes de grabar, ahora es un simple click)
- Rellenar (previa selección) archivadores de CDs para el coche
- Esperar (físicamente) en la tienda a que salga el CD (yo lo he hecho)
- Intercambio de cintas (una buena forma de descubrir música)
- Personalizar y crear las portadas de los CDs grabados
- La canción secreta (descubrir al final del CD una canción extra oculta que no la marca el reproductor)
(Visto aquí)