Según investigaciones de Teresa Belton y Esther Priyadharshini, de la Universidad de East Anglia (Reino Unido), aburrirse un poco es bueno para el cerebro, ya que aumenta la creatividad y la imaginación.
Disponer de periodos inactivos, sin nada que hacer, es positivo para desarrollar la imaginación y la creatividad y a aprender a valernos por nosotros mismos, sobre todo en los primeros años de vida. se suele decir que el aburrimiento es en los niños el preludio de una gamberrada, y en los adultos puede llevar a la depresión, el tabaquismo o el abuso de drogas. Pero esto solo es si es por largos periodos de tiempo.
Estos periodos cortos de aburrimiento demandan al cerebro acción, y esto es una ayuda estimable en su desarrollo.
Más sobre el aburrimiento es bueno para el cerebro en el New York Times.