Video: Italia-Francia, Zidane-Materazzi, Alemania 2006

La final del mundial del Alemania 2006 entre Italia y Francia pasará a la historia por el cabezazo y la expulsión de Zidane. En principio era un partido en el que no tení­a ningún favorito, aunque me decantaba un poco por Italia por cómo ganaron a Alemania.

Pero durante el partido Francia fue mejor hasta la expulsión de Zidane, convirtiendo en ese punto a Italia como moralmente ganadora, y después en ganadora. Habrá gente a favor y en contra del resultado de la final, y habrá gente a favor y en contra de Zidane, y quizá también a favor de Materazzi.

Se ha escrito mucho sobre Zidane, muchas teorí­as.

Una de las teorí­as sobre Zidane como jugador es que le guí­a una ira interior. Su futbol es elegante y magistral, lleno de técnica y visión. Pero puede desembocar en una explosión de violencia tan repentina como inexplicable. Los ejemplos más claros son el cabezazo a Jochen Kientz del Hamburg en un partido de la Champions League, cuando jugaba el la Juventus en 2000 (una acción que le supuso 5 partidos de sanción) y su pisotón sobre el desafortunado Faoud Amin de Saudi Arabia en el mundial del 98 (esta ación, sorprendentemente, fue aplaudida por la comunidad Berber como una venganza de Zidane’s sobre los odiados Arabes ‘extremistas’).

El ví­deo de la expulsión:

El mismo ví­deo con la secuencia completa. Video de la expulsión de Zidane.


¿Pero qué le dijo Materazzi a Zidane?
Se habla de que puden ser dos cosas: la primera es que se metió con la madre de Zidanne, y la segunda que habló mal se Argelia, su paí­s de origen, incluso que le llamó ‘terrorista’.

Materazzi también tiene su historial:

Y otro ví­deo más de lo mismo.

En un partido de fútbol, es habitual que algunos jugadores se digan de todo, hay mucha tensión y más en la final de un mundial. EL padre de Materazzi dice que Zidane le estubo calentado todo el partido. No lo se, pero si el insulto es bajeza, la reacción de Zidane es lamentable. En este partido se ha vuelto a imponer la destrucción y la supervivencia, a la creación y la clase. Entre Zidane y Materazzi también. Es la vida misma.