Where’s George?! (http://www.wheresgeorge.com/) es un juego en Internet que consiste en seguir la pista de los billetes de dólar por todo el mundo mediante el registro de su número de serie y que se ha convertido en un mecanismo de investigación, ya que toda esa información sobre el movimiento del dinero ha permitido a un grupo de expertos elaborar una teoría sobre las leyes que rigen la propagación de epidemias.
La principal causa de expansión de las enfermedades infecciosas, como el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) o la gripe aviar, es el traslado de individuos contagiados de un lugar a otro. En el siglo XIV, este movimiento de virus y bacterias tenía lugar lentamente, al ritmo de los medios de transporte de la época, apenas a dos kilómetros al día. En la actualidad, por el contrario, recorrer miles de kilómetros es cuestión de pocas horas; y eso vale tanto para el dinero como para las epidemias.
Eso es lo que debió pensar el doctor Brockmann, especialista en física del Instituto Max Planck de Dinámica, en Goettingen (Alemania), cuando conoció ‘Where is George’, un conocido sitio de Internet en el que todo aquel que tenga un billete de dólar puede registrarlo para seguir su pista por todo el mundo. Empleando los datos de los más de 50 millones de billetes ya ‘inscritos’ en la web, él y su equipo elaboraron una teoría matemática capaz de describir las leyes que rigen el traslado del dinero de una parte a otra del planeta.
“Los resultados que hemos obtenido han superado todas nuestras expectativas”, asegura por su parte Lars Hufnagel, otro de los expertos de la Universidad de California (EEUU) que ha colaborado en el estudio que esta semana da a conocer la revista ‘Nature’.
Hufnagel asegura que la información monetaria ha permitido tener una idea exacta de cómo se mueven los individuos hoy en día, “sin necesidad de dispositivos de seguimiento como los que se usan con animales”. A su juicio, lo más sorprendente de su descubrimiento es que las escalas observadas están guiadas únicamente por dos patrones universales, “similares a las que gobiernan los sistemas biológicos o físicos”.
Los autores de este descubrimiento, considerado un “hito” en el campo de la predicción matemática, aseguran que su modelo ayudará a determinar los movimientos humanos y, por lo tanto, a estar preparados ante la amenaza de pandemias y enfermedades infecciosas en una era de movilidad permanente.
Como asegura Brockmann, conocido este patrón de viaje, ya no es posible seguir usando los viejos modelos de propagación de infecciones, asumiendo que los microbios se trasladan como partículas de polvo en el aire. “Estos resultados deben servir para desarrollar un nuevo concepto teórico capaz de entender la expansión de las enfermedades modernas”, concluye.