Los sabores por si solos no determinan el sabor de un alimento. Las investigaciones han demostrado que las expectativas también juegan un papel importante.
Investigaciones previas en primates sugieren que las expectativas influyen ligeramente en como se registran los sabores enel cerebro. Jack Nitschke y sus colegas de la Universidad de Wisconsin provaron en 30 estudiantes voluntarios si tenía los mismos efectos en humanos.
El equio de neurología preparó cinco bebidas con distintas proporciones de agua y quinina (ácido) o azucar (dulce). Las etiquetaron con los símbolos -, +, 0, x. Luego hicieron tres pruebas hasta que los estudiantes asociaron cada bebida con su correspondiente símbolo.
Después mezclaron las bebidas y los símbolos y se las dieron a provar de nuevo. Cuando a los estudiantes les enseñaron una señal indicando que la bebida ácida sería menos ácida, se encendieron las mismas regiones del cerebro que cuando creían que iban a tomar la bebida más ácida, pero a ellos les pareció menos ácida. Los mismos resultados se dieron con la bebida dulce.
Los investigadores concluyeron que:
“Este resultado enseña que las respuestas neuronales del sabor en el cortex primario del sabor son moduladas poe las expectativas y no solamente por la calidad objetiva del sabor,”
En otras palabras: Parte del sabor está en tu cerebro.
Vía: ScientificAmerican.com