Mozart

Este año 2005 se ha celebrado el “250 aniversario del nacimiento de Mozart“. Los tópicos siempre son los mismos: genialidad, locura, inmadurez, provocación, altivez… desde un punto de vista periodí­stico y de la literatura.

Sin embargo, la ciencia, y en concreto el estudio del cerebro, del aprendizaje y de las capacidades cognoscitivas y psicológicas, abren una nueva perspectiva de los porqués de las caracterí­sticas excepcionales y de caracter de los llamados rasgos de la genialidad, y de su interrelación.

La genialidad puede ser verbal-lingüí­stica, lógico-matemática, visual-espacial, corporal-cinestésica, auditiva-musical o comunicación interpersonal o intrapersonal y su manifestación se produce por la interación de unas capacidades innatas primero, y a las condiciones ambientales después (educación, desarrollo de esas cualidades, interés del individuo, etc.)

Séneca decí­a que no existe genio sin un toque de locura. Y es cierto que en muchos casos (Van Gogh, Mozart, Nietzsche…) sufrieron transtornos de locura, depresiones, incomprensión y todo tipo de males producidos por el autoaislamiento social de quienes eran y se sentí­an diferentes.

Y es que a las mentes con esa capacidad les es muy difí­cil vivir rodeadas de mediocridad, envidia, mezquindad y recelos. Por eso a menudo demuestran impertinencia y necesidad de destacar, en una especie de petición desesperada por la acptación social.

Algunos consiguieron coexistir con su entorno, pero la mayorí­a acabaron por ser denostados y ridiculizados, expulsados de su entorno o simplemente se retiraron. Ya se sabe que la masa, ante la consciencia de su inferioridad con respecto al genio, en vez de admirar y sentirse afortunada, se acompleja y trata de defenderse buscando el punto debil.

Se dice que la naturaleza es sabia, y la genialidad no es imprescindible para la supervivencia. Lo que si es imprescindible es la mediocridad, ya que si todo el mundo tubiese la sensibilidad suficiente, nadie harí­a lo que hay que hacer para sobrevivir y la especie se hubiera extinguido hace mucho. Esto es el cielo y el infierno, el sino del ser humano.

Así­ que si sabes que eres un genio, por favor no te avergüences de tu capacidad, no dejes de destacar para encajar en tu grupo y desarrolla toda tu capacidad, porque que de genialidad andamos un poco escasos.