Porque son muy malas, principalmente. Hace tiempo que asumí que sería una buena media ver una gran película cada tres o cuatro años. La última fue “Mulholland Drive” (2002)de David Lynch. Así que este año, el 2006, toca.
No es que exija siempre este nivel, simplemente me conformo con que sea algo agradable y me entretenga. Pero es todo realmente aburrido y repetitivo. Suelo ver 3 ó 4 peliculas a la semana, generalmente las novedades. Las últimas han sido “El jardinero fiel” y “El inventor alemán“. No es que estén mal, es que no aportan nada, nada nuevo(que sería demasiado), ni nada personal.
Según Jean Clair, Doctor en Letras y escritor francés, “actualmente existe una crisis intelectual sin precedentes”. Y se nota. Solo hecha un vistazo a la élite de la blogosfera. Actualidad, tecnología, curiosidades, ciencia.
Es como si la gente mirara al futuro constantemente, como si estubiera esperando la llegada de algo a causa de una carencia casi inconsciente. Las mismas noticias, los mismos post personalizados. Así que no se busca la noticia en sí, sino más bien la forma de contarlo y quién lo cuenta. De momento no hay más, hasta el próximo renacimiento.
Ya lo dijo el gran escritor norteamericano de origen alemán Charles Bukowsky: “En el futuro todos los libros serán autobiográficos”. Y tiene razón; las historias son las mismas mil veces contadas.
Por eso uno de los refugios que aún quedan es el cine oriental. Cuentan las mismas historias universales de siempre, o un caso concreto y particular de ellas, pero desde un punto tan personal que no puedes más que sucumbir. Historias de la vida misma que revivimos una y otra vez. En concreto, el director coreano Kim Ki-duk, que de cada película hace una experiencia que valga la pena.
Así que los ciclos son los siquientes:
- 4 años por película
- 20 años por serie de televisión
- 2000 años por civilización
Así que ya se empiezan a notar los primeros síntomas de la decadencia, y la crisis intelectual solo es el primero de ellos.