Down for the count” es un artículo de Carl Zimmer en el New York Times(necesario registrarse para poder verlo, aunque puedes leer su traducción)que relata los experimentos que se llevan a cabo en un laboratorio de la Indiana State University (EE UU) con una docena de iguanas para comprobar si duermen igual que las personas.
Tratan de responder ¿Por qué existe el sueño? ya que según Steven Lima,biólogo de la universidad “El sueño ha despertado un tremendo interés en la ciencia, pero realmente no sabemos qué es”.
En el reino animal existen múltiples formas de sueño. Por ejemplo, los murciélagos marrones lo hacen 20 horas al día, y las jirafas menos de dos. Sin embargo, el paralelismo del ser humano con la mosca del vinagre que “Descansa 10 horas por la noche, y si se las mantiene despiertas más tiempo, necesitan dormir más”, según Giulio Tononi, de la Universidad de Wisconsin, hace pensar que el sueño humano tiene una historia evolutiva que se remonta más de 500 millones de años.
Los científicos plantean varias ideas sobre la función primordial del sueño. Tononi cree que originalmente evolucionó como un sistema para permitir a las neuronas recuperarse de un duro día de aprendizaje. “Cuando estás despierto aprendes constantemente, seas o no consciente de ello”, asegura. El aprendizaje fortalece algunas conexiones entre neuronas, las sinapsis, e incluso forma nuevas. Pero esto exige mucha energía adicional. “Al final del día, tienes un cerebro que te cuesta más energía”, dice. “Ahí entraría el sueño”.
Este científico dice que las ondas lentas debilitan las sinapsis durante la noche. “A la mañana siguiente ganas en energía y rendimiento”, explica. Tononi y Chiara Cirelli explican la hipótesis en la revista Sleep Medicine Reviews.